Lilim 2.10.2003


Hecho por: Julia Crespo Vallés
Tipo: recomendado

Sinopsis:

2.10.2003 fue el día en el que todo cambió para Diletta Mair. El día en que se dio cuenta de que había algo más, de que los ángeles existían y no eran como ella creía, de que el infierno era real y los demonios lo poblaban, de que quien la condenó era el único que podía salvarla y de que se había transformado en aquello que más temía. El 2.10.2003 no fue un día corriente. Fue el día en el que Diletta Mair murió.

Diletta es una chica algo anormal, ya que tiene el don o la desgracia (depende de por donde se mire) de ver a los muertos. Gracias a un accidente, Diletta muere. Pero la muerte no es como ella creía, los ángeles no son como ella imaginaba y los demonios no son como ella pensaba. Tras su muerte, la protagonista se enfrenta a una nueva vida, a un nuevo mundo y a personas tanto nuevas como conocidas…
Opinión personal:
Este libro tiene un lenguaje sencillo y familiar,  incluso a veces, algunas expresiones pueden llegar a ser coloquiales. Por eso, con él que te sientes a gusto y cómod@, como si estuvieras hablando con algún familiar. Y, a pesar de todo esto, nunca llega a ser austero. La estructura y la historia también son sencillas. Posee algunos momentos algo predecibles, mientras que con otros te llevas una grata sorpresa.
 La historia está narrada en primera persona por dos narradores distintos, lo que hace que tengamos una información detallada y original de los pensamientos y sentimientos de cada narrador.
 Cabe decir que este no es un libro con mucha trama, tampoco es el mejor escrito, ni tampoco es un libro con una gran historia que te haga pensar y reflexionar. No. Este es un libro que te invita a dejarte llevar por la historia, por la acción y por sus entrañables personajes, que te invita a sentarte en un sofá y leer y disfrutar de una historia de amor a veces algo predecible, sí, pero bonita y sin llegar a ser empalagosa.
      
Así que si se te apetece un libro entretenido y relajante, para pasar el rato, creo que este te viene como anillo al dedo.