El guardián entre el centeno


Escrito por: Lucía D.
Tipo: Muy recomendable

Sinopsis:

Las peripecias del adolescente Holden Cauldfiel en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos, muy lejos de la visión almibarada de la adolescencia que imperó hasta entonces, Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.

Opinión personal:


Alarmada por su lenguaje soez empecé a leer este libro. No veía al principio más que historias aisladas llenas de vulgarismos contadas por un adolescente algo odioso que solo sabía ver el lado malo de las cosas.
Cuando vi “la historia” como conjunto, ese fue el momento en el que empecé a disfrutar de verdad.
Y se preguntará, ¿cuándo fue eso? Pues una vez que nuestro joven se escapa del colegio la novela nos regala el arte de la repetición. La repetición de manías, palabras y momentos- algunos de ellos acaban de pasar tan solo unas páginas antes- que le dan vida a Holden Caulfield. En el instante que uno mismo piensa “Vaya, creo que yo también pienso así algunas veces”, no como algo aislado sino como el pensamiento conjunto que se tiene cuando empiezas a conocer a alguien nuevo que comparte gustos parecidos contigo.
Una vez que tienes ante tus ojos una historia como conjunto y no historietas aisladas, es cuando puedes valorar la belleza que hay en cada una de ellas. Pues son las enrevesadas anécdotas que le han ocurrido a un viejo conocido.
Y tal vez tras leer esta última línea se sienta algo confusa “¿Acaso no era alguien que acabábamos de conocer?”. Sí, pero es que además de ser un conocido, el joven Caulfield es un espejo. Un reflejo de los pensamientos maleducados y políticamente incorrectos que cada uno de nosotros ocultamos entre nuestras neuronas. Es por esto que creo que llega a tantas personas. Porque todos se ven a sí mismos en la adolescencia haciendo trastadas que hicieron y no volverán a hacer o que intentarán no hacer en el futuro-en mi caso, por ejemplo.
Porque este libro es el dibujo de la adolescencia que es-en mi opinión-una de las peores etapas que se vive en los años de una persona. Sus contradicciones, sus intentos de razonar en vano y su estúpida y pretenciosa creencia de llevar siempre la razón.

Y al igual que el libro, desesperante, sorprendente, increíble.